Un compuesto orgánico es un producto compuesto por al menos el elemento de carbono asociado con uno o más elementos como: hidrógeno, oxígeno, azufre, fósforo, silicio, nitrógeno o incluso halógenos.
Los compuestos orgánicos volátiles (COV) son compuestos orgánicos volátiles, lo que significa que se evaporan fácilmente en condiciones normales de temperatura y presión. Y su volatilidad les confiere la capacidad de propagarse en el aire ambiente y modificar su composición química, desarrollando así impactos directos e indirectos en el medio ambiente. De hecho, son precursores del ozono en el aire, causante del efecto invernadero. Como tales, se consideran contaminantes directos importantes. Una sobreproducción de ozono en el aire provoca también efectos sobre la fauna y la flora, y sobre la salud, que varían según el nivel de exposición, el volumen de aire inhalado y la duración de la exposición: irritación de las vías respiratorias, dificultad para respirar, cancerígeno. efectos, etc.
Los compuestos orgánicos volátiles incluyen multitud de sustancias, las más conocidas son el butano, el tolueno, el etanol (alcohol de 90°), la acetona y el benceno, que se encuentran con mayor frecuencia en la industria, en forma de disolventes o incluso en la composición de ciertos materiales de construcción. Es por esto que se aplica normativa sobre el uso de materiales en la construcción.
Estas fuentes de Compuestos Orgánicos Volátiles deben reducirse porque:
Los 3 criterios a tener en cuenta a la hora de elegir materiales son:
ATENCIÓN: Las emisiones de COV difieren del contenido de COV.
El etiquetado de los productos de construcción es obligatorio. El objetivo declarado es fomentar el uso de materiales de construcción bajos en emisiones. La ausencia de etiquetado reglamentario constituye un delito.
La etiqueta reglamentaria se relaciona con el rendimiento de los productos en términos de emisiones de COV al aire interior de un edificio; estos se miden a los 28 días de su instalación, aplicación o incorporación a una habitación.
Hay 4 clases de rendimiento que van desde A+, para productos que emiten muy pocos COV, o ninguno, hasta C, para productos considerados muy emisores.
Esta etiqueta VOC se aplica a los materiales de construcción. Los productos a los que se refiere la normativa son aquellos destinados exclusivamente o no a un uso interior:
Los COV son emitidos por muchos productos como:
La información sobre el nivel VOC/VOC de un producto se indica en la Ficha de Datos de Seguridad (SDS) en el apartado 9: propiedades físicas y químicas.
La normativa no exige la realización sistemática de ensayos que certifiquen la clase técnica de emisión de COV que figura en la etiqueta.
La normativa sólo exige el etiquetado (en el embalaje primario y secundario) de los productos en cuestión. Es la persona que comercializa el producto en el mercado español la que debe realizar el etiquetado.
La etiqueta, por tanto, sólo tiene una función declarativa; las pruebas que permitan la clasificación del producto sólo deben ponerse a disposición de los funcionarios estatales.
Se identifican 10 sustancias químicas que presentan riesgos para la salud y el medio ambiente. Los valores umbral se han establecido según la clase de rendimiento de emisiones.
Las sustancias químicas que definen la clasificación son:
También se miden 4 sustancias CMR (Cancerígenas / Mutagénicas / Reprotóxicas):
Sustancias CMR (28 días) | |
Benceno | <1 |
Tricloroetileno | <1 |
DBP (DiButilftalato) | <1 |
DEHP (Dietilhexilftalato) | <1 |
Además de este etiquetado sanitario implantado en España, algunas etiquetas extranjeras representan puntos de referencia para elegir los materiales adecuados:
Bélgica y Alemania, al igual que Francia, tienen regulaciones obligatorias. Sin embargo, a diferencia de Francia, es imprescindible realizar las pruebas en estos dos países. Las pruebas se realizan a los 3 días y a los 28 días, este es un proceso voluntario, pero realizado por un laboratorio acreditado. Si el producto de construcción no cumple todos los criterios requeridos, no podrá comercializarse. El Reino Unido, aunque es el creador de la etiqueta BREEAM, no tiene legislación en este ámbito.
EMICODE es una etiqueta medioambiental internacional fundada en 1997 que cumple con los requisitos más altos de emisiones de COV y cumple con los requisitos de "construcción ecológica". Está gestionado por la GEV: Asociación para el Control de Emisiones en Productos para la Instalación de Suelos, Adhesivos y Materiales de Construcción.
Se trata de las siguientes familias de productos:
No se concede a productos que contengan disolventes o sustancias CMR. Las diferentes clases:
Estas etiquetas cumplen un doble requisito:
Desde hace varios años, Tremco CPG Europe está muy comprometida con el desarrollo sostenible. Reducir nuestra huella de carbono y desarrollar formulaciones libres de químicos preocupantes, con mayor rendimiento y durabilidad, se encuentran entre nuestras acciones prioritarias.
Muchos productos de nuestra gama llevan la etiqueta A+ (FA101,FS125, GS220, PU901, etc.).
Pero se ha dado un paso más con el desarrollo de nuestra gama de adhesivos y selladores híbridos: